Eres un amante de los viajes, la diversión y el sol. Necesitas escaparte de la rutina periódicamente y darte un merecido descanso del trabajo y las preocupaciones, por esto, has tomado la decisión de comprar una casa en la playa a la que puedas viajar en tiempos de veraneo. Sin embargo, aún estás un poco indeciso en relación a si hacer la inversión o no. ¡Tranquilo! Aquí te damos algunos consejos para cuando te atrevas a dar el gran paso de adquirir un inmueble en la playa.
Estudia las posibilidades reales de aprovechamiento
La compra de una vivienda para el descanso no puede ser, bajo ningún concepto, una adquisición impulsiva producto de un arranque. Esta debe ser una decisión premeditada y que responda a una necesidad real. Analiza tu estilo de vida, tus gustos y sopesa las posibilidades reales de que aproveches el inmueble que estás comprando. Si tu trabajo o el resto de tu rutina no te permite tomarte un descanso, entonces es mejor que no realices una compra que no vas a poder aprovechar.
Sé consciente del mantenimiento
El desuso es uno de los elementos que genera mayor deterioro en cualquier inmueble. Las tuberías, el sistema eléctrico y la infraestructura pueden verse seriamente deteriorados por la falta de acondicionamiento periódico y particularmente en la playa, la humedad del ambiente puede hacer añicos los frisos de tus paredes en cuestión de meses, por no hablar de la corrosión generada por el salitre. Por eso debes tener en cuenta que es necesario que asistas periódicamente a la casa de playa, pero no solo a tomar el sol, debes encargarte de realizar todos los arreglos necesarios.
Obtén una oportunidad de ingresos extra
Tener una vivienda en la playa no tiene porqué representar exclusivamente una forma de disfrute y relax. Esta puede convertirse en una manera de obtener ingresos extras, esto debido a que al no ser tu vivienda fija y pasar tanto tiempo vacía, se abre la posibilidad de que la alquiles durante lapsos breves en ese tiempo en que estés en la ciudad o cuando el dinero o las circunstancias te impidan viajar. Lo bueno de esta alternativa es que te permite lidiar con el desuso y además ahorrar dinero.
